El corrector de estilo es un profesional con alta competencia lingüística que interviene en un texto para facilitar su comprensión y conseguir que comunique sus ideas con efectividad.
Revisa un original atendiendo a diferentes aspectos: sintaxis, gramática, léxico, ortografía, coherencia, expresividad, cohesión… Tiene presente a quién va dirigido y la finalidad que persigue: no se corrige igual una novela que un libro de texto para adolescentes, por ejemplo.
El estilo en realidad no se corrige, sino que se depura para que sea correcto (no necesariamente bueno: eso depende del autor del texto).
El corrector de pruebas vela por la adecuación tipográfica y correcta maquetación de un texto y revisa los errores ortográficos y gramaticales.
El corrector de traducción es el profesional que comprueba que una traducción es fiel al original (supone un conocimiento profundo del idioma del texto de origen) o bien corrige el estilo de una traducción. Se le conoce también como "revisor".